¿Sabes cómo usar el peeling enzimático? A diferencia de los exfoliantes mecánicos o químicos, que son muy agresivos para la piel, la exfoliación enzimática es la alternativa más natural y suave para regenerar las células dérmicas. Así que, si quieres saber en qué consiste, los beneficios que aporta y cómo se aplica, sigue leyendo. Y recuerda que, a través del Curso de Esteticista aprenderás sobre los diferentes tratamientos estéticos actuales y su correcta aplicación.
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¿Qué es un peeling enzimático?
La exfoliación enzimática es el peeling más suave que existe actualmente, por lo que está muy recomendado en pieles sensibles y delicadas. En este tratamiento se utilizan productos naturales que renuevan la piel de forma natural gracias a las enzimas que contienen.
Cuando hablamos de productos naturales nos referimos a los componentes que se extraen, por ejemplo, de la papaya, la granada, el mango, la piña, la calabaza o el aloe vera. Los principios activos que se aprovechan de estas frutas son los polifenoles, unas sustancias antioxidantes que deshacen las uniones que hay entre las células muertas de la piel.
Aunque es cierto que el peeling enzimático actúa de forma superficial sobre la piel, es un tratamiento que goza de éxito porque es muy suave y para nada agresivo con el cutis.
¿Qué hace el peeling enzimático?
La piel se renueva de forma natural cada 28 días, restaurando las células muertas por nuevas. Debido al paso del tiempo y el estilo de vida que tengamos, ya sea por estrés, sedentarismo, tabaquismo, etc., dicha renovación se vuelve más lenta. Es entonces cuando podemos contribuir en la regeneración epidérmica a través de la exfoliación. De esta manera, eliminaremos las células muertas y estimularemos la oxigenación celular.
En el caso de someternos a una la exfoliación enzimática, esta contribuirá a:
- Acelerar el proceso de renovación celular.
- Mejorar la elasticidad, textura y tono de la piel.
- Difuminar manchas y pequeñas arrugas superficiales.
- Mejorar el aspecto de las cicatrices.
- Hidratar y reducir la descamación y enrojecimiento dérmico.
- Limpiar en profundidad los poros, reduciendo espinillas, puntos negros y mejorando el acné.
¿Cómo usar el peeling enzimático?
Si tienes pensado incluir el peeling enzimático en tu rutina de higiene facial, tienes que saber que este no actúa como lo hacen los peelings físicos, que tienen pequeños gránulos que erosionan la piel. Tampoco lo hacen como los exfoliantes químicos, que constan de ácidos que penetran en las capas más profundas de la piel, ni como los peelings mecánicos, que se realizan con ultrasonidos o punta de diamante.
La exfoliación enzimática se aplica sobre la piel en forma de mascarilla de espuma o gel, dejándola expuesta para que haga su efecto. Al tener este formato, realiza un peeling superficial muy suave, por lo que la piel no se irrita ni se inflama. Por este motivo se recomienda mucho en aquellas personas que tienen la piel muy sensible o que no necesitan un tratamiento muy potente. Además, es ideal para el verano, porque no debilita la piel ni la deja desprotegida ante la exposición solar.