Las averías en lavadoras son inevitables. Esto se debe a que tienen muchos componentes móviles, por lo que un uso frecuente del electrodoméstico aumenta el desgaste de las piezas. Las secadoras y las neveras también son propensas a dañarse y sufrir averías, por lo que no es de extrañar que tengas que llamar al servicio técnico. Para resolver tus dudas, hoy te explicamos las averías más comunes en lavadoras. Si quieres dedicarte a la reparación de electrodomésticos, te recomendamos que eches un vistazo a nuestro Máster en Mantenimiento de Electrodomésticos. ¡Síguenos!
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Las 6 averías en lavadoras más comunes
Las primeras lavadoras eléctricas empezaron a publicitarse en Estados Unidos, concretamente en el año 1904. Esto supuso un gran paso hacia la modernización, dejando atrás el tener que lavar todo a mano.
Actualmente, la vida útil de las lavadoras se sitúa en 4 años y a causa de su uso frecuente, es normal que padezcan averías y se deterioren. Los componentes fundamentales de una lavadora son:
- Motor. Es el encargado del giro del tambor.
- Bomba de agua o motor de vaciado. Como su nombre indica, es la pieza que se encarga de vaciar el agua del tambor.
- Termostato. Regula la activación y el corte de corriente a la resistencia.
- Electro válvula de entrada de agua. Controla la apertura y cierre del paso de agua entrante hacia la cubeta del detergente.
- Resistencia. Junto con el termostato, su avería causa problemas con la temperatura del agua.
Normalmente, estas piezas móviles son las que sufren más deterioro y averías. Por ello, a continuación te enumeramos los daños en lavadoras más comunes y que seguramente te hayan pasado alguna vez en casa. No dudes en llamar al servicio técnico ante cualquier problema que tengas.
El tambor no gira
El problema puede estar en la correa, en el motor o en el programador. Si al poner un programa la lavadora lo hace correctamente, podemos descartar el programador. En cambio, si el motor hace ruido de girar, pero el tambor no lo hace, entonces será problema de la correa que une estas dos piezas. En este caso, solo es necesario sustituir la correa vieja por una nueva. Eso sí, ten en cuenta la marca y el modelo.
El tambor gira de manera irregular
En este caso, el problema puede venir de la correa o del motor. Lo más habitual es que la correa se encuentre floja debido a su desgaste. Entones, se recomienda llamar al servicio técnico para sustituirla.
Por otro lado, antes de llamar al técnico, comprueba si has añadido prendas después de activar un programa o si la colada está bien distribuida sobre el tambor. El problema también podría ser por un desequilibrio en el centrifugado.
No funciona ningún programa o funcionan incorrectamente
La avería está en el panel de programas, un sistema electromecánico que, según el programa de lavado que escojamos, gestiona los procesos para activarlo.
Dentro del programador, un fallo puede estar en el módulo de control. Este sistema electrónico recibe la información de los distintos elementos que utiliza el programa y emite las órdenes para ejecutarlo. Otro problema puede estar en algún sensor, que puede fallar en la comunicación y será necesario reprogramarlo o sustituirlo.
No entra suficiente agua
El programa escogido funciona correctamente y el tambor gira, pero no entra suficiente agua en el tambor. Esto puede suceder debido a un fallo de la electroválvula, encargada de dejar paso al agua cuando el programa seleccionado lo indica. La electroválvula suele fallar por acumulación de cal o por un fallo eléctrico.
No sale el agua
Durante el lavado y tras el aclarado, el agua que hay en el tambor tiene que salir. El programador debe activar la bomba de agua para que esta se dirija hacia el desagüe. Si el agua no sale del tambor puede ser por dos motivos. El primero es que el filtro que hay antes del motor esté obstruido, por lo que habrá que limpiarlo. La segunda opción es que la bomba de agua esté averiada. Deberás llamar al servicio técnico para que la sustituyan.
Malos olores después de lavar la ropa
Que la ropa huela mal después de un lavado es debido a la acumulación de residuos, ya sea de la propia ropa, de restos fermentados de detergente o de los minerales que pueda tener el agua. Esta acumulación puede generar averías en la lavadora, como el bloqueo del paso del agua. Por ello, se recomienda limpiar regularmente los filtros del aparato.
