La hidratación corporal es una necesidad que muchas personas pasan por alto. La tirantez, la falta de flexibilidad, las irritaciones, el picor y la descamación son los principales síntomas de una piel seca. Junto a unos hábitos saludables y unas pautas de higiene, las cremas hidratantes corporales ofrecen una solución fácil y práctica a un problema tan común. Con estos productos conseguimos mejorar el aspecto y salud de nuestra epidermis corporal. ¿Quieres dedicarte al cuidado de la piel? Pues echa un vistazo al Curso de Esteticista. Y si te interesa lo que lees, quédate. En este post te explicamos los beneficios de la hidratación corporal y cómo debe ser la rutina perfecta.
Índice de contenidos
Beneficios de la hidratación corporal
La piel es la capa que separa nuestro cuerpo del exterior. Su parte interna (dermis) está muy hidratada (alrededor del 70%), mientras que la externa (epidermis) está menos hidratada (entre un 10 y 30%). El film hidrolípídico es el encargado de protegernos de los agentes externos, mantener la humedad de nuestra piel y prevenir la deshidratación. Para que te hagas una idea, una piel deshidratada muestra los siguientes síntomas:
- Pérdida de elasticidad
- Piel apagada
- Sequedad
- Tirantez
- Arrugas
- Descamación
- Grietas
El agua es la principal vía de hidratación que tenemos, pero muchas veces los factores externos y los malos hábitos nos obligan a buscar apoyo extra en una crema corporal. Además de nutrir y cuidar nuestra piel, los productos hidratantes nos aportan más beneficios. A continuación, te los explicamos.
Previene las irritaciones y otros síntomas de la piel seca
Los picores, el enrojecimiento y las irritaciones son algunos de los síntomas más comunes en pieles corporales deshidratadas. Para contrarrestar todo ello, las cremas hidratantes juegan un papel muy importante, porque regulan los niveles de humedad en la piel y hacen que esta gane resistencia.
Protege de factores externos
El sol, el frío y el aire seco son algunos de los enemigos externos de nuestra piel. Con una crema hidratante y reparadora la piel recupera su aspecto y el proceso regenerador será más rápido, dejando atrás la descamación y las rojeces.
Retrasa la aparición de arrugas
El cutis deshidratado es uno de los principales motivos del envejecimiento prematuro. Cuando la piel se debilita está seca y pierde colágeno, por lo que envejece con más rapidez. Los expertos recomiendan el uso de cremas hidratantes antiarrugas antes de los 30 años.
La piel gana resistencia y flexibilidad
Una buena hidratación contribuye a equilibrar los niveles de agua de la piel y que gane flexibilidad, sobre todo en las zonas más finas y delicadas del cuerpo. Los expertos recomiendan utilizar una crema hidratante de día (si lleva SPF para proteger del sol, mejor) y de noche, todos los días del año.
Mejora su aspecto
Una piel deshidratada es más sensible a imperfecciones, como puntos negros o manchas manchas. Con la crema adecuada, en este caso los sérums, se elimina la retención de líquidos, se evita la aparición de imperfecciones y se devuelve el brillo natural a la piel.
Ayuda a mejorar el acné
Cuando la piel se seca intenta producir más grasa, lo que provoca que se obstruyan los poros y salgan granitos. Con el tratamiento adecuado y la piel hidratada, los poros podrán respirar y el acné mejorará, tanto en tu rostro como en zonas concretas de tu cuerpo, como en la espalda.
Errores comunes en el cuidado de la piel
Además de una cuestión estética, el cuidado de la piel se ha vuelto una cuestión de salud. La contaminación, el clima, el alcohol, el tabaco y el estrés hacen que nuestra piel se resienta, quedando seca, sin brillo y dañada.
Para restaurar su salud es necesario cuidarla. Pero ¿qué nos lleva a no hacerlo? Aquí te enumeramos los errores que más cometemos a la hora de tener cuidado de nuestra piel.
No hidratarla
Hay que cuidar la piel, tanto por dentro como por fuera. Beber agua a menudo y utilizar la crema hidratante que más se adapte a tu tipo de piel es imprescindible.
Escoger un producto inadecuado
En primer lugar debes saber si tu tipo de piel es seca, mixta o grasa. Todo tipo de pieles necesitan un tratamiento o producto hidratante. Por ello te recomendamos que hagas la consulta a tu dermatólogo o esteticista y sigas la rutina que te explicaremos más adelante.
Usar el mismo producto para todas las zonas
Error. No todas las partes de nuestro cuerpo tienen la misma textura, grosor o pH. Para que te hagas una idea, la piel del rostro es más fina y delicada que la de nuestras piernas. Por tanto, cada zona requiere de un cuidado concreto.
No tener constancia
Como en el deporte, es necesario ser constante para ver cambios positivos. Para ello es necesario que te crees una rutina básica de limpieza e hidratación de tu piel.
Rutina de 3 pasos para cuidar la piel de tu cuerpo
Loción, sérum, manteca, leche corporal… existen muchos tipos de productos para limpiar e hidratar tu piel. En primer lugar, déjate asesorar por tu dermatólogo o tu esteticista sobre los productos que mejor se adapten a tu tipo de piel. Después, te recomendamos que sigas una rutina diaria, fácil y sencilla. A continuación, te la explicamos paso a paso.
Limpia
Empezar por limpiar la piel con un producto adecuado es fundamental. Pero vigila con los que contienen jabones u otros agentes agresivos que pueden perjudicar tu piel, como los perfumes.
Lo ideal es un gel de ducha de pH neutro, de muy alta tolerancia y para pieles secas. Con él disminuirás la sensación de tirantez y calmarás e hidratarás tu piel mientras la limpias.
Exfolia
Se recomienda exfoliar la piel de nuestro cuerpo una vez a la semana. Con ello favorecemos la renovación celular y mejoramos el estado del film hidrolipídico. Verás que tu piel queda lisa y fina gracias a los granos del producto exfoliante. Hazlo en círculos y con delicadeza, sino irritarás tu piel.
Hidrata
El último paso es el más importante. Utiliza la crema o loción que más se adapte a tu piel, verás que gana firmeza y luminosidad. Normalmente se recomiendan las lociones, por ser más ligeras y con efecto calmante, o hidratantes diarias no grasas y ricas en activos vegetales.